RIO DE JANEIRO, Brasil.- La Selección argentina cayó hoy dignamente, en la final del Mundial de Brasil, frente a Alemania, un duro rival que ya lo había derrotado en otra final de Copa del Mundo, hace 24 años, en Italia.
En aquella oportunidad, al igual que hoy, el árbitro fue determinante, ya que el uruguayo nacionalizado mexicano, Edgardo Codesal, sancionó un penal inexistente. Hoy, en Rio de Janeiro, el italiano Nicola Rizzoli no cobró un penal del arquero Manuel Neuer sobre Gonzalo Higuaín, a los 12 minutos del segundo tiempo.